domingo, 13 de julio de 2014

Y TU QUE SIEMBRAS


En un pueblo rodeado de montañas, habitaba un hombre de apariencia muy rara, la gente del pueblo le llamaba así: “EL LOCO”. ¿Y por qué le llamaban así? Porque hacía cosas disparatadas, cosas raras, cosas diferentes a las que hacen la mayoría de las personas, al menos en el modo de entender de la gente de ese pueblo.
La gente al verlo pasar se reía y se burlaba de él, humildemente vestido, sin posesiones, sin una cosa que dijera de su propiedad, sin una esposa ni hijos: “un desdichado, un infeliz”, pensaba la gente, alguien que no beneficiaba a la sociedad: “un inútil, un retrasado” comentaban otros.
Es más aquí este viejo ocupaba su vida sembrando árboles en todas partes donde pudiera, sembraba semillas de las cuales nunca vería ni las flores ni el fruto de dichos árboles, y nadie le pagaba por ello y nadie se lo agradecía, nadie lo alentaba; por el contrario, era objeto de burla ante los demás,
¿y así pasaba su vida, poniendo semillas, plantando arbolitos ante la burla irónica de los demás. y he aquí ese hombre era un gran Ser de Luz, que poniendo la muestra de cómo se debe hacer las cosas, sembrando, siempre sembrando sin esperar a ver el fruto, sin esperar a saborearlo.
Y sucedió que un día cabalgaba por esos rumbos el Sultán de aquellos lugares, rodeado de su escolta, para observar a través de sus propios ojos lo que sucedía verdaderamente en su reino, para no escucharlo a través de la boca de sus ministros y así no ser manipulado.
Al pasar por este lugar y encontrarse con este enigmático personaje, “EL LOCO”, le preguntó:
¿Qué haces, buen hombre?
Y el viejo respondió:
Sembrando Señor, sembrando.
Nuevamente dijo el Sultán
Pero, ¿Cómo es que siembras? Estas viejo y cansado, y seguramente no verás ni siquiera el árbol cuando crezca. ¿Para qué siembras entonces?
A lo que el viejo contestó:
Señor, otros sembraron y he comido, es tiempo de que yo siembre para que otros coman.
El sultán quedó admirado de la sabiduría de aquel hombre al que lo llamaba LOCO, y nuevamente le preguntó:
Pero no veréis los frutos, y aún sabiendo eso continúas sembrando… por ello te regalaré unas monedas de oro por esa gran lección que me has dado. El sultán llamó a uno de sus escoltas para que trajese una pequeña bolsa con monedas de oro y las entregó al sembrador.
El sembrador respondió: Ves. Señor, cómo ya mi semilla ha dado fruto, aún no la acabo de sembrar y ya está dando frutos y aún más, si alguna persona se volviera loco como yo y se dedicara solamente a sembrar sin esperar los frutos sería el más maravilloso de todos los frutos que yo hubiera obtenido, porque siempre esperamos algo a cambio de lo que hacemos, porque siempre queremos que se nos devuelva igual de lo que hacemos. Esto, desde luego, sólo cuando consideramos que hacemos bien y olvidándose de lo malo que hacemos
El sultán lo miró asombrado y le dijo:
¡Cuanta sabiduría y cuánto amor hay en ti! Ojalá hubieran más como tú en este mundo, con unos cuantos que hubiese, el mundo sería otro: más nuestros ojos tapados con unos velos propios de nuestro Ego, de nuestros condicionamientos, propios de la humanidad, nos impiden ver la grandeza de seres como tú…
Ahora me retiraré porque, si sigo conversando contigo terminaré por darte todos mis tesoros, aunque sé que los emplearás bien, tal vez mejor que yo.
Que Ala te bendiga
Y terminando esto, partió el sultán junto con su séquito, y  el LOCO siguió sembrando y nos se supo de su fin, no se supo si terminó muerto y olvidado por ahí en algún cerro, pero él había cumplido su labor, realizó la misión, la misión de un LOCO,
He aquí que se requieren muchos locos en este mundo, seres que repartan la Luz, que irradien la luz interna, que sean guías en este mundo material y a la vez tan hambrientos y sedientos de la enseñanza espiritual para poder llenar este vacío interno.

1.     ¿Quién es el LOCO de la lectura? ¿a quién crees que represente hoy en la actualidad?
2.     ¿Sera cierto que nos dejamos llevar por las apariencias y no por lo que cada persona es en realidad? ¿Por qué la sociedad tiene que vivir de las apariencias, del que dirán?
3.     ¿Cuál es tu opinión respecto a la actitud del Sultán?
4.     ¿Qué final le das al LOCO? ¿Qué sembrarías tú para cambiar al mundo?

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