domingo, 13 de julio de 2014

¿ERES UNA ZANAHORIA, UN HUEVO O UN GRANO DE CAFÉ?

Una hija se quejaba a su padre acerca de la vida y cómo las cosas le resultaban tan difíciles. No sabía cómo hacer para seguir adelante y creía que se daría por vencida. Estaba cansada de luchar. Parecía que cuando solucionaba un problema, aparecía otro.
Su padre, un chef de cocina, la llevó al lugar de trabajo. Allí llenó tres ollas con agua y las colocó sobre el fuego fuerte. Pronto el agua de las tres ollas estaba hirviendo. En una colocó zanahorias, en otra colocó huevos y en la última colocó granos de café.
Las dejó hervir sin decir palabra. La hija esperó pacientemente, preguntándose qué estaría haciendo su padre. A los veinte minutos el padre apagó el fuego. Sacó las zanahorias y las colocó sobre un recipiente. Sacó los huevos y los colocó en un plato. Coló el café y lo puso en una taza.
Mirando a su hija le dijo: "¿querida qué ves?"
“Zanahorias, huevo y café” fue la respuesta
La hizo acercarse y le pidió que tocara las zanahorias. Ella lo hizo y notó que estaban blandas. Luego le pidió que tomara un huevo y lo rompiera. Al sacarle la cáscara, observó que el huevo estaba duro. Luego le pidió que probara el café. Ella sonrió mientras disfrutaba su rico aroma.
Humildemente la hija pregunto: ¿Qué significa esto, Padre?
Él le explico que los tres elementos habían enfrentado la misma adversidad: agua hirviendo, pero que habían reaccionado de manera diferente: 
- La zanahoria llegó al agua fuerte, dura, pero después de pasar por el agua hirviéndose había vuelto débil, fácil de deshacer.
- El huevo había llegado frágil al agua. Su cáscara fina protegía su interior su líquido. Pero después de estar en el agua hirviendo, su interior se había endurecido.
- Los granos de café, sin embargo, eran únicos. Después de estar en agua hirviendo, habían cambiado al agua.
- ¿Cuál eres tu? Le preguntó a su hija. Cuando la adversidad llega a tu puerta, ¿Cómo respondes? ¿Cómo eres tú? 
- ¿Eres una zanahoria que parece fuerte pero que cuando la adversidad y el dolor la tocan te vuelves débil y pierdes tu fortaleza? ¿Eres un huevo, que comienza con un corazón maleable? ¿Poseías un espíritu fluido, pero después de una muerte, una separación, un divorcio o un despido te has vuelto duro y rígido? ¿O eres un grano de café? El café cambia el agua hirviente, el elemento que le causa dolor. Cuando el agua llega a un punto de ebullición el café alcanza su mejor sabor. De corazón, te deseo que intentes ser como el grano de café cuando las cosas no vayan bien y no puedas lograr que tu alrededor mejore. Recuerda, todo lo que te sucede en la vida es por alguna razón, solo necesitas descubrir su motivo y aprender de ello.

1. ¿Por qué el padre hirvió la zanahoria, el huevo y el café? 
2. ¿Crees que los jóvenes se cansan rápido de luchar y se dan por vencido ante las adversidades? ¿Por qué? 
3. ¿Tú eres zanahoria, huevo o café? ¿Por qué? 
4. ¿Qué quiere enseñar el autor escribir este relato?

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