Una profesora
universitaria inicio un nuevo proyecto entre sus alumnos. A cada uno les dio
cuatro moños de color azul, todos con la leyenda "ERES IMPORTANTE PARA
MÍ", y les pidió que se pusieran uno. Cuando todos lo hicieron, les dijo
que eso era lo que ella pensaba de ellos.
Luego les explico de
que se trataba de un experimento: tenían que darle uno de los moños a alguna
persona que fuera importante para ellos, explicándoles el motivo y dándole los
otros moños para que ellos hicieran lo mismo. El resultado esperado era ver
cuánto podía influir en las personas ese pequeño detalle.
Todos salieron de esa
clase comentando a quién darían sus listones. Algunos mencionaban a sus padres,
a sus hermanos o a sus novios. Pero entre aquellos estudiantes, había uno que
estaba lejos de casa. Este muchacho había conseguido una beca para esa
universidad y al estar lejos de su hogar, no podía darles ese listón a sus
padres o sus hermanos. Pasó toda la noche pensando a quién daría ese listón.
Al otro día muy
temprano tuvo la respuesta. Tenía un amigo, un joven profesional que lo había
orientado para elegir su carrera y muchas veces lo asesoraba cuando las cosas
no iban bien como él esperaba. Esa era la solución! Saliendo de clases se
dirigió al edificio donde su amigo trabajaba. En la recepción pidió verlo. A su
amigo le extrañó, ya que él muchacho lo iba a ver después de que él salía de
trabajar, por lo que pensó que algo malo estaba sucediendo. Cuando lo vio en la
entrada, sintió alivio de que todo estuviera bien, pero a la vez le extrañaba
el motivo de su visita. El estudiante le explicó el propósito de su visita y le
entregó tres moños, le pidió que se pusiera uno y le dijo que "al estar
lejos de casa, él era el más indicado para portarlo". El joven ejecutivo
se sintió halagado, no recibía ese tipo de reconocimientos muy a menudo y
prometió a su amigo que seguiría con el experimento y le informaría de los
resultados. El joven ejecutivo regresó a sus labores y ya casi a la hora de la
salida se le ocurrió una arriesgada idea: Le quería entregar los dos moños
restantes a su jefe.
El jefe era una
persona huraña y siempre muy atareada, por lo que tuvo que esperar que
estuviera "desocupado". Cuando consiguió verlo, su jefe estaba
inmerso en la lectura de los nuevos proyectos de su departamento, la oficina
estaba repleta de reconocimientos y papeles. El jefe sólo gruñó: -"¿Qué
desea?". El joven ejecutivo le explicó tímidamente el propósito de su
visita y le mostró los dos moños. El jefe, asombrado, le preguntó: "¿Por
qué cree usted que soy el más indicado para tener ese moño?". El joven
ejecutivo le respondió que él lo admiraba por su capacidad y entusiasmo en los
negocios, además que de él había aprendido bastante y estaba orgulloso de estar
bajo su mando. El jefe titubeo, pero recibió con agrado los dos moños, no muy a
menudo se escuchan esas palabras con sinceridad estando en el puesto en el que
él se encontraba.
El joven ejecutivo se
despidió cortésmente del jefe y, como ya era la hora de salida, se fue a su
casa.
El jefe, acostumbrado
a estar en la oficina hasta altas horas, esta vez se fue temprano a su casa. En
la solapa llevaba uno de los moños y el otro lo guardó en el bolsillo de su
camisa. Se fue reflexionando mientras manejaba rumbo a su casa. Su esposa se
extrañó de verlo tan temprano y pensó que algo le había pasado, cuando le
preguntó si pasaba algo, él respondió que no pasaba nada, que ese día quería
estar con su familia. La esposa se extrañó, ya que su esposo acostumbraba
llegar de mal humor.
El jefe pregunto:-
"¿Dónde está nuestro hijo?", la esposa sólo lo llamó, ya que estaba
en el piso superior de la casa. El hijo bajó y el padre sólo le dijo
"Acompáñame". Ante la mirada extrañada de la esposa, y del hijo,
ambos salieron de la casa. El jefe era un hombre que no acostumbraba gastar su
"valioso tiempo" en su familia muy a menudo. Tanto el padre como el
hijo se sentaron en el porche de la casa. El padre miró a su hijo, quien a su
vez lo miraba extrañado. Le empezó a decir que sabía que no era un buen padre, que
muchas veces se perdió de aquellos momentos que sabía eran importantes. Le
mencionó que había decidido cambiar, que quería pasar más tiempo con ellos, ya
que su madre y él eran lo más importante que tenía.
Le mencionó lo de los
moños y su joven ejecutivo. Le dijo que lo había pensado mucho, pero quería
darle el último moño a él, ya que era lo más importante, lo más sagrado, para
él, que el día que nació, fue el más feliz de su vida y que estaba orgulloso de
él. Todo esto mientras le prendía el moño que decía "Eres importante para
mí" El hijo, con lágrimas en los ojos le dijo: -"Papá, no sé qué
decir, mañana pensaba suicidarme porque pensé que no te importaba. Te quiero papá,
perdóname...." Ambos lloraron y se abrazaron, el experimento de la
profesora dio resultado, había logrado cambiar no una, sino varias vidas, con
sólo expresar lo que sentía....
Ese es el poder de
uno....Expresar lo que sientes y darle valor a los detalles de la gente que te
ama.
Por
eso tú para mí... " Eres muy Importante " UNA GRAN FRASE "Se necesita
sólo de un minuto para que te fijes en alguien, una hora para que te guste, un
día para quererlo, pero se necesita de toda una vida para que lo puedas
olvidar"
- ¿Qué proyecto realizo la profesora?¿En qué consistía?
- ¿Por qué el hijo del jefe
se iba a suicidar? ¿Qué le faltaba?
- ¿Cuántas veces en tu vida diaria realizas este
proyecto?
- Explica el último párrafo de la lectura
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