domingo, 13 de julio de 2014

LA ESPERANZA DE UN SUEÑO

Un pequeño gusanito caminaba un día en dirección al Sol. Muy ceca del camino se encontraba una araña.
- ¿Hacia dónde te diriges? Le pregunto. Sin dejar de caminar, la oruga contestó:
-       Tuve un sueño anoche: soñé que desde la punta de la gran montaña yo miraba todo el valle. Me gustó lo que vi en mi sueño y he decidido realizarlo.
Sorprendida, la araña dijo mientras su amigo se alejaba:
-       ¡debes estar loco! ¿Cómo podrás llegar hasta aquel lugar? ¡Tú, una simple oruga!. Una piedra será una montaña, un pequeño charco un amar y cualquier tronco será una barrera infranqueable. Pero el gusanito ya estaba lejos y no la escuchó. Sus diminutos pies no dejaron de moverse.
De pronto, se oyó una voz de un escarabajo:
-  ¿Hacia dónde te diriges con tanto empeño? -, sudando ya el gusanito, le dijo jadeante
Tuve un sueño y deseo realizarlo, subiré a esa montaña y desde ahí contemplaré todo nuestro mundo. El escarabajo no pudo soportar la risa, soltó una carcajada y luego dijo:
Ni yo, con patas tan grandes, intentaría una empresa tan ambiciosa.
El se quedo en el suelo, tumbado de la risa, mientras la oruga continuaba su camino, habiendo avanzado ya unos cuantos centímetros. Del mismo modo, el topo, la rana y la flor aconsejaron a nuestro amigo a desistir. ¡No lo lograrás jamás! – le dijeron – pero en su interior había un impulso que lo obligaba a seguir. Y agotado, sin fuerza y a punto de morir, decidió parar a descansar y construir con su último esfuerzo un lugar donde pernoctar.
-  Estaré mejor, fue lo último que dijo y murió
Todos los animales del valle, por días, fueron a mirar sus restos. Ahí estaba el animal más loco del pueblo. Había construido  como su tumba un monumento a la insensatez. Ahí estaba un duro refugio, digno de uno que murió por querer realizar un sueño irrealizable.
Una mañana en la que el sol brillaba de una manera especial, todos los animales se congregaron en torno a aquello que se había convertido en una advertencia para los atrevidos. De pronto quedaron atónitos. Aquella concha dura comenzó a quebrarse y con asombro vieron unos ojos y una antena que podía ser la oruga que creían muerta. Poco a poco como para darles tiempo de reponerse del impacto, fueron saliendo las hermosas alas zarco iris de aquel impresionante ser que tenían frente a ellos. Una mariposa.
No hubo nada qué  decir, todos sabían lo que haría: se iría volando hasta la gran montaña y realizaría un sueño; el sueño por el que había vivido, por el que había muerto y por el que había vuelto a vivir. Todos se habían equivocado.
Todos tenemos la posibilidad de realizar un sueño, vivamos por él, intentemos alcanzarlo, pongamos la vida en ello y si nos damos cuenta que no podemos, quizá necesitamos hacer un alto en el camino y experimentar un cambio radical en nuestras vidas y entonces, con otro aspecto, con otras posibilidades lo lograremos.  

1. ¿Qué es lo que quería lograr el gusanito?
2. ¿Qué tuvo que suceder para que el gusanito pueda cumplir su sueño?
3. ¿Cuál es tu sueño? ¿estas haciendo algo para alcanzarlo?
4. ¿Qué significado tiene en la lectura la palabra Metamorfosis?

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