Una nube grande y oscura se detuvo
sobre mí. Pensé que se quitaría casi de inmediato, pero no fue así.
Es muy grande y pesada, como mis miedos
y todo el rencor que guardo.
No veo a nadie más que tenga esta densa
nube sobre él, solamente yo; no sé como apartarla de mí.
Se me acerca una niña me toma de su
mano y me lleva a caminar por la orilla del río, es muy hermoso, pero aún sigue
esa nube.
La pequeña me señala hacia un parque,
todos están felices.
Recuerdo cuando era pequeña y quería
con todo el alma ir al parque pero mis padres no me dejaban y los detesté
desde aquel día, pero hoy lo eh entendido.
¡Veo que la nube se redujo un poco!.
Siguiendo con el paseo, la niña me
lleva a una nevería, sorpresivamente recuerdo que a la edad de 9 años comía
unas nieves con mi hermanito, cuando esa noche mi hermano enfermo de pulmonía y
murió, mis papás me reclamaron y reprocharon todos los días, que por mi
imprudencia el ya no estaba con nosotros. Lo que ellos no entendían era que en
ese día mi pequeño hermano fue el niño más feliz del mundo debido a que jamás
había comido un helado por sus constantes enfermedades, hoy lloré como nunca lo
había hecho y descubrí que no fue mi culpa aquel incidente.
¡No puede ser! Se esfumó otra parte de
la nube.
Luego con una carga menos en el pecho
continuamos nuestra ruta. Hay un perro muy juguetón que se nos acercó, se
parece a Ratón un cachorro que tuve hace muchos años atrás y que por culpa de
mi primo lo regalaron, ya que él dijo que lo había mordido, cuando el perro
solo se defendía de los maltratos que mi primo les daba. Desde aquel día no
hablo a mi único primo, pero ahora creo que lo hacía solamente por llamar la
atención de todos, ya que era huérfano de padres y mi abuelita se hacía cargo
de él. Cuanto extraño aquellos días tan felices que pasábamos en el jardín
jugando y disfrutando del día.
Creo que nuestra separación fue un
error.
Caminamos de nuevo y extrañamente
entramos a una iglesia, en el altar había una mujer rezando me llamó tanto la
atención y me acerqué a ella. ¡no lo creo! Era mi madre a la que por tantos
años no veía. Me miró y abrazó, dándole gracias a Dios por ese día.
Lloramos mucho y nos perdonamos fue
como si todo hubiera estado planeado.
Durante años vivimos con nubes muy
negras y pesadas sobre nosotros, pero que podemos desvanecer consiguiendo el
perdón y perdonando a los demás, la vida es muy corta y una sonrisa siempre
alegra a otros.
Así que cuando veas esa enorme nube
oscura sobre ti, busca a ese pequeño que llevamos dentro y tomando su mano
empecemos el paseo buscando desvanecer aquella nube y encontrando el grandioso
día que hay detrás de ella y disfrutándolo con esas personas que marcan la
diferencia en nosotros.
1. ¿Qué aspectos de su vida nos cuenta la protagonista que le
marcaron tristeza, rencor?
2. ¿Qué simboliza la nube densa?
3. ¿Cuál es el remedio para alejar a la nube densa de nosotros?
4. ¿Cuál es el mensaje que el autor nos quiere dar a través de
esta lectura?
5. ¿Cómo joven que eres que consejo darías para evitar tener
sobre nosotros a una nube densa?
No hay comentarios:
Publicar un comentario